Launch Rail

Los cohetes de un tamaño pequeño y medio suelen ser estabilizados pasivamente, mediante aletas. Este tipo de tecnología es muy simple y robusta, pero tiene la desventaja de que, en los primeros metros de la trayectoria de vuelo, el cohete no es estable. Es por ello que es necesario el uso de una estructura auxiliar que guíe al cohete durante esta primera fase del despegue. 

El Launch Rail cumple con esta función y está diseñado para cubrir la necesidad tanto de los cohetes actuales como de los que se vayan a diseñar a medio y largo plazo. Se ha diseñado para soportar cohetes que midan hasta 6 metros de altura y 300 kg de peso. Por otro lado se ha tenido en cuenta la necesidad de poder montarlo y desmontarlo con facilidad para poder almacenarlo y transportarlo cuando se precise.

Como de la parte inferior del cohete salen gases a muy altas temperaturas, la estructura debe soportar las temperaturas de la llama de la tobera durante el despegue, así como el rozamiento y efectos dinámicos del lanzamiento. 

Por último, la base inferior de la estructura consta de unos pies regulables, cuyo fin es el de adaptar la misma a cualquier relieve. 

La fabricación del launch rail finalizó por completo en 2021.